Los fármacos para el cáncer, también llamados antineoplásicos, citostáticos, y más comúnmente la quimioterapia, son conocidos por las reacciones adversas que provocan. En concreto, los tratamientos tradicionales para el cáncer eran agentes bastante inespecíficos que atacaban a todas las células que se reproducían rápido. Es por ello que provocaban importantes reacciones adversas que había que vigilar. Por otro lado, los nuevos agentes antineoplásicos que se están desarrollando en los últimos años actúan de manera mucho más específica contra moléculas que se encuentra en su mayor parte en las células cancerosas. De esta manera, las reacciones adversas secundarias al tratamiento suelen ser menos importantes, y así, se pueden administrar tratamientos de larga duración.
Sin embargo, aunque los nuevos agentes tienen un mejor perfil de toxicidad, sigue habiendo reacciones adversas que pueden surgir. Por lo tanto, es muy importante, ya sean antineoplásicos tradicionales o nuevos, conocer qué problemas pueden surgir y cómo se debe actuar. Hoy nos vamos a centrar en la neuropatía periférica.
¿Qué es la neuropatía periférica?
Nuestro cuerpo está lleno de nervios encargados de llevar la información de nuestro sistema nervioso (cerebro y médula espinal) hasta cualquier parte del organismo y viceversa. La neuropatía periférica aparece ante cualquier problema que afecte a estos nervios.
Puede estar causada por multitud de situaciones:
- Diabetes (la más frecuente)
- Trastornos autoinmunes como la artritis reumatoidea o el lupus
- Enfermedad renal crónica
- Infecciones como VIH/SIDA o hepatitis C
- Intoxicación por pegamento o metales pesados como el plomo
- Consumo excesivo y prolongado de alcohol
- Tratamiento con determinados fármacos para tratar la epilepsia, infecciones, hipertensión o el cáncer
¿Qué fármacos para el cáncer lo causan?
Como se ha comentado al principio, aunque es producida de manera más frecuente y grave por la quimioterapia tradicional, también puede aparecer con los nuevos agentes dirigidos. Podemos destacar los siguientes medicamentos:
- Compuestos de platino (cisplatino, carboplatino, oxaliplatino)
- Vincristina
- Taxanos (docetaxel, paclitaxel)
- Bortezomib
- Talidomida
- Lenalidomida
- Fluorouracilo
- Capecitabina
- Trifluridina
- Imatinib
- Dasatinib
- Nilotinib
¿Hay algún tratamiento?
De momento, no existe ninguna manera de predecir qué paciente lo va a padecer y en qué grado antes de recibir el tratamiento antineoplásico. Este hecho repercute en la importancia de informar debidamente al paciente para que sepa reconocer el problema y comunicarlo a sus profesionales sanitarios.
A día de hoy no existe ningún tratamiento farmacológico que haya demostrado paliar la neuropatía periférica. Es por ello que la práctica más común consiste en reducir la dosis del antineoplásico o suspenderlo temporalmente hasta que la neuropatía desaparezca o sea tolerable.
En definitiva, ningún fármaco está exento de reacciones adversas por muy nuevo y efectivo que sea. Siempre es importante conocer qué problemas pueden surgir y comunicar su aparición. La neuropatía periférica es una de las reacciones adversas más comunes de los antineoplásicos. Aunque en un principio no sea muy grave, puede ocasionar una importante pérdida de calidad de vida para el paciente por lo que se debe tener en cuenta y actuar en consecuencia.
Cuídense!
María Torres
Pablo Pérez
Unidad de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos del servicio de farmacia del hospital universitario La Fe de Valencia (España)
mas información
https://colectivogist.wordpress.com/2017/07/17/
informa
"punto de encuentro y de información de los pacientes de gist"
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